Lingua progressionis Hispaniae (9)
En esta temporada, frontera entre el invierno y la primavera, la palabra es “tesis”. Doctoral, por supuesto. Se habla de la escrita por una alta autoridad del Estado para ponerla como digan dueñas. Se la acusa de haber alojado en ella faltas de ortografía, anacolutos, alteraciones sintácticas punibles, un hacer despiadado con la flexión de los verbos y no sé cuántos otros vicios lingüísticos.
Al autor de este Diccionario “progressionis Hispaniae” ya le parece suficiente esta catarata de indignidades atribuidas a la tesis de la egregia señora para dejarla en paz. Pues no es así, resulta que hay quienes, hambrientos a la búsqueda de denuestos y sedientos de vituperios, mueven y remueven las páginas de su tesis, sus afirmaciones, sus negaciones, sus conclusiones y hasta el índice para verter sobre todo ello la rabia académica. Por zaherir el trabajo, hasta descalifican las notas a pie de página cuando estas, como uno ha escrito ya por algún sitio, no........
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