Génova 13: sic transit gloria mundi
Si con motivo de la celebración del cuarenta aniversario de la victoria de Felipe González, llega Alfonso Guerra y nos dice que el PSOE ya no es el PSOE, que es otro partido, que aquel del que fue vicesecretario general ya no existe. Si tras el fiasco de la negociación con el Gobierno sobre la reforma del Poder Judicial, el ingenuo y lábil Alberto Núñez Feijóo nos pide tranquilidad, porque llegará el tiempo en que haya acuerdos con el PSOE, pero no con el actual, este que está hecho a la medida del Sánchez más caprichoso y proteico.
Si como hemos visto estos días del fracaso de las negociaciones para la reforma del CGPJ, una cosa es la que decía el ministro Bolaños, que negaba que se fuera a reformar el delito de sedición, y otra su presidente desde África, que reconocía lo contrario. Y si cientos de miles de votantes socialistas -aquellos que apoyaron durante casi toda su vida a González- hoy deambulan por los colegios electorales sin saber dónde y a qué agarrarse, habrá que convenir que quizá Guerra tenga razón. La tiene.
Este no es el PSOE que muchos han conocido, y ante una evidencia así, y dando por hecho que les importa poco que los tachen de neoliberales y fascistas y todas esas lindezas que salen de la boca de los encaramados, a las estructuras y al aparato sanchista, han de convenir en lo evidente: lo que un día creyeron, terminó; lo que pensaron, hoy es viejo; lo que aceptaron como una solución, que pasaba por el entendimiento y los consensos, ya no vale. Es otro partido, pero es también otra España, y acaso ese sea el gran problema para comprender aquello que no se puede explicar.
Pero........
© Vozpópuli
visit website