A algunos parece darles ya vergüenza el impuesto bancario
El Gobierno pretende convertir en permanente el impuesto extraordinario a bancos y energéticas que fue denominado, cuando se introdujo, como prestación patrimonial no tributaria, aunque era obvio que se trataba de un impuesto. Los de ambos sectores son igualmente absurdos y sólo respondan a la búsqueda de ingresos con los que alimentar el creciente gasto estructural -en lugar de racionalizarlo- y al intento de lograr algunos votos procedentes de electores desinformados. Aquí me voy a referir solo al impuesto sobre los bancos.
A algunos del Gobierno o cercanos al mismo parece que ya les empieza a dar un poco de vergüenza este impuesto, al menos tal y como está definido ahora. Así, hemos oído al ministro Cuerpo decir que hay que “buscar su adecuación atendiendo a la inversión y a los ciclos de crédito y tipos”. Realmente, resulta contradictorio que un impuesto que se intentó justificar por unos supuestos beneficios extraordinarios, debidos a la subida de tipos de interés, se pretenda consolidar cuando los mismos están bajando de forma relativamente acelerada. Por otra parte, el ministro debe ser consciente de que existen efectos desfavorables sobre el crédito o el capital y por eso busca alguna modificación. En cualquier caso, hay que recordar que este ministro parece tener una muy reducida cuota de influencia en el gobierno. Supeditado como está a una vicepresidenta lega en economía que se limita a ejecutar las directrices........
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