¿Puede la inteligencia artificial salvar la política de la corrupción y el conflicto?
En el último año se ha escrito mucho sobre las nuevas inteligencias artificiales generativas, llamadas a ser la pŕóxima revolución tecnológica, probablemente al nivel de la Revolución Industrial.
El avance de esta tecnología parece a todas luces imparable, como lo es su integración en un sinfín de ocupaciones que contribuyen a generar incertidumbre sobre cómo afectará esta tecnología al mercado laboral.
Actualmente, la inteligencia artificial (IA) se utiliza en campos tan diversos como las finanzas, la lucha contra el cambio climático, la automoción o, por supuesto, el mundo de la informática. Prácticamente cualquier ocupación que se nos ocurra puede nutrirse de los aportes de esta tecnología.
El impacto, utilizado de la forma correcta, tiene potencial para ser muy positivo. Sin embargo, hay un área en el que la integración de la IA parece hasta ahora tabú: la política.
La política permanece blindada, al menos de momento, al inexorable avance de la IA. Esto tiene que ver con diversos factores como los riesgos que pueden conllevar los sesgos que aún retiene o la idea que tenemos las personas, muy interiorizada, de que la política es una tarea eminentemente humana. No obstante, desde la psicología política cabe cuestionarse cómo percibiría la ciudadanía tal integración.
La pregunta es especialmente relevante debido a la situación política actual. Esta se encuentra en un........
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