¿Nos hacen felices las luces de Navidad? Esto dice la ciencia
“La luz en las vidrieras celestiales tenía la fragancia de las rosas, y mi alma fue toda en aquella gracia como en un huerto sagrado… Amé la luz como la esencia de mí mismo”.
Así describía don Ramón del Valle-Inclán en La lámpara maravillosa la experiencia casi mística que vivió una tarde en la catedral de León. Y aunque no sepamos explicarla de manera tan sublime, puede que todos hayamos percibido alguna vez una “imagen o sensación subjetiva, propia de un sentido, determinada por otra sensación que afecta a un sentido diferente”. Es decir, una sinestesia.
La cuestión es, ¿huele siempre la luz como las rosas? ¿Podría oler también a Navidad y a recuerdos de tiempos felices? Consciente o inconscientemente, alcaldes y alcaldesas de todo el mundo creen que sí.
Recientemente leíamos que Puente Genil (Córdoba) ha encendido su alumbrado navideño el 14 de noviembre. Pero la marca ha ido justa, pues solo dos días después, Vigo hacía lo propio encendiendo la friolera de 11 millones de LED. Y es que su alcalde, Abel Caballero, es conocido dentro y fuera de España por lo fastuoso de su alumbrado y su apuesta decidida por convertirlo en atractor turístico y económico.
La ciencia dice varias cosas. Una de ellas es obvia: el gasto energético es considerable, hecho que afortunadamente se ha aliviado en los últimos años con el........
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