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Desmontando las falacias del lobista Rodríguez Zapatero sobre Marruecos y Sáhara Occidental (I)

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18.09.2025

Continuando con la ofensiva contra la causa saharaui diseñada por el majzén marroquí y los jefes del lobby promarroquí español –léase PSOE(1)–, a finales de octubre de 2023 se celebró en la ciudad senegalesa de Dakar lo que sus promotores llaman “segunda conferencia internacional” del autodenominado(2) Movimiento Saharauis por la Paz (MSP). La ciudad de Dakar reunía ciertas condiciones especialmente propicias para la celebración de ese evento propagandístico de los intereses colonial-expansionistas del irredentismo alauita, ya que Senegal fue la base de la Francia colonial para su expansión hacia el Sáhara Occidental (África Occidental Francesa, AOF)(3). De hecho, fue en Senegal donde el Estado Mayor del ejército colonial francés citó a su homólogo español para diseñar la operación de ‘limpieza’ denominada Teide / Écouvillon en el entonces Sáhara Español (1957-1958)(4). El pueblo español desconoce, todavía hoy, esas operaciones de ‘limpieza’ llevadas a cabo conjuntamente por los ejércitos coloniales francés y español en el entonces Sáhara Español(5). Dakar fue también la base desde la que despegaban los reactores Jaguar franceses para bombardear a las fuerzas saharauis que combatían a las tropas mauritanas en la primera fase de la guerra de liberación (1975-1991)(6).

Al igual que en idéntico foro organizado el año anterior en Las Palmas de Gran Canaria(7), en la citada conferencia celebrada en Dakar intervinieron como ‘estrellas invitadas’ José Luis Rodríguez Zapatero (ZP) y sus comparsas socialistas(8): José Bono –su exministro reconvertido en propagandista promarroquí– y el también promarroquí y eurodiputado ‘socialista’ Juan Fernando López Aguilar, que aceptó “tragarse cuantos sapos” sea preciso con tal de agradar a Mohamed VI(9). El papel de ‘estrellas’ atribuido a esos intervinientes, se debía a la presunta relevancia de España como antigua potencia colonial(10); un relevante papel que, vergonzosa e irresponsablemente, los gobernantes españoles no han querido asumir ni utilizar para defender al pueblo saharaui y sus derechos inalienables, sino todo lo contrario, como está quedando cada vez más claro con la deriva del presidente Pedro Sánchez y su ministro de Exteriores, José Manuel Albares. El MSP no ha revelado cuánto dinero ha pagado a esos políticos por participar en dichos foros(11).

Uno se pregunta qué clase de socialistas son estos, que bendicen el colonialismo marroquí –apoyado por el trumpismo imperialista– y la herencia franquista de los ilegales Acuerdos de Madrid de 1975, precisamente ahora que se aprestan a celebrar pomposamente la muerte en la cama del dictador Francisco Franco, pero manteniendo intacto el legado ilegal e ilegítimo de dichos Acuerdos, sin atreverse a abolirlos, como nos hicieron creer que harían(12). Al igual que la anterior conferencia en Canarias, el acto celebrado en Dakar era, en realidad, un montaje más de Marruecos, a través de esa organización pantalla denominada MSP, como desveló el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español y acreditó el nada sospechoso diario El País(13).

A ese grupo de sedicentes pacifistas(14) del autodenominado MSP, tan condescendientes, sin embargo, con la agresión bélica genocida y la labor de zapa de Marruecos contra el pueblo saharaui(15), algunos lo denominan –y no sin razón, tanto por sus siglas como por sus actos– “Mercenarios Sin Patria” (MSP); pues una cosa es disentir legítimamente de las directrices del Frente POLISARIO, y otra muy distinta desertar de los principios, ocultar las legítimas razones de la larga lucha de liberación del pueblo saharaui(16), pasarse oportunistamente al enemigo marroquí, ponerse a su servicio y traicionar a tu propio pueblo; algo que siempre hubiera condenado un reconocido e internacionalmente admirado luchador por la libertad como Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz, cuyas palabras utilizó arteramente Rodríguez Zapatero en la citada conferencia del autodenominado MSP para intentar engatusar a su subvencionada audiencia y blanquear la ilegal anexión marroquí manu militari del Sáhara Occidental(17).

En definitiva, el autodenominado MSP es un grupúsculo antagónico al Frente Polisario que aboga por someter al pueblo saharaui a la anexión marroquí en forma de una presunta autonomía bajo soberanía alauita y renunciar así al inalienable derecho de autodeterminación reconocido por la ONU y la doctrina de la descolonización(18). Una anexión ilegal que sale ahora a relucir pero que ya esbozaron, a su manera y por su cuenta, el entonces secretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger y el presidente Gerald Ford en 1975(19), y llevada ahora a término por el presidente Donald Trump en 2020. Y es que el MSP, como he señalado antes, no es otra cosa que un trampantojo montado por Marruecos y utilizado por la maquinaria alauita de propaganda para intentar dividir y debilitar a la heroica Resistencia saharaui y al vasto movimiento internacional de solidaridad con la Causa Saharaui(20).

Palabras de bienvenida de ZP

Aunque no asistió físicamente a dicho acto, alegando problemas de agenda, ZP sí dirigió a los asistentes unas palabras de bienvenida previamente grabadas en vídeo. Su mensaje –en un tono paternalista y simplista, de adoctrinamiento clerical, aparentemente ingenuo y buenista– pretendía convencer a sus oyentes de que el MSP, liderado por su amigo [sic] Hach Ahmed, merecía apoyo y consideración porque en sus objetivos estaba la búsqueda de la paz mediante el diálogo; porque –siempre en opinión de ZP– se trataba del proyecto “más integrador, innovador y democrático” [¿?], que auguraba “un futuro de entendimiento con Marruecos para re-sol-ver [enfatizado así por el propio ZP] el conflicto sentándose en una mesa y no a través de la fuerza, abriendo así un horizonte de futuro para los más jóvenes…”(21). ¡Como si no hubiera sido Marruecos el invasor a sangre y fuego y ocupante manu militari del Sáhara Occidental y el causante de todos los males que se ciernen ahora sobre el pueblo saharaui, incluido “el futuro de los jóvenes” al que alude hipócritamente ZP, como si España y Marruecos no tuvieran nada que ver en la situación de los saharauis! ¿Hasta dónde son capaces de llegar estos socialistas con sus tergiversaciones y falacias?

Esas palabras de ZP podrían dejar estupefacta a cualquier persona medianamente informada: Como si la mayor parte del sufrido pueblo saharaui y el resto de la Humanidad estuviéramos en otra galaxia cósmica, las palabras de ZP abogaban por un idílico mundo en paz y sin guerras –¿sin las que ha provocado Marruecos?–, en donde los conflictos se solucionarían “con el diálogo, los acuerdos, la negociación en los despachos y la integración”… ¿en Marruecos, en un Marruecos dictatorial y violador de la legalidad internacional?, objetivo este último de los dirigentes del MSP, de Marruecos y –añadimos nosotros– del lobby promarroquí español.

En suma, bonitas palabras que disfrazaban clamorosas falacias(22), medias verdades y sospechosos silencios, como explicamos en las líneas que siguen. Ni que decir tiene que el vídeo de bienvenida de ZP fue inmediatamente publicado por el diario español La Razón(23), bien conocido por su oscurantismo y su papel como correa de transmisión de la propaganda marroquí y por su manifiesta trayectoria anti saharaui.

Los silencios de ZP

En su intervención, ZP se cuidó muy mucho de mencionar –y no digamos ya de intentar refutar– el informe del CNI español reconociendo que el MSP es “una organización pantalla”, es decir, un montaje de Marruecos. Como también silenció que fue Marruecos quien emprendió una cruenta guerra contra el pueblo saharaui, para intentar eliminar a ese pueblo y apoderarse de su tierra y sus riquezas, bombardeando y agrediendo miserablemente con napalm y fósforo blanco a ancianos, mujeres y niños en su despavorida huida de las hordas invasoras –lo que la Justicia española calificó de intento de genocidio–, y prosiguiendo hoy con una sistemática represión en los Territorios Ocupados y el encarcelamiento arbitrario de saharauis, incluso con prisión de por vida –‘cadena perpetua’– para varios de los integrantes del Grupo de Gdeim Izik(24).

¡Como si el Pueblo Saharaui y su representante legítimo, el Frente POLISARIO, no desearan vehementemente la Paz y no hubieran luchado –y continúan luchando– por hacerla realidad! ¡Como si los dirigentes saharauis Bassiri y El Uali no hubieran propuesto a los militares y a la Administración colonial española en su momento una descolonización pacífica y mutuamente acordada, beneficiosa tanto para España como para el pueblo saharaui! ¡Como si no hubieran existido las operaciones bélicas franco-españolas Teide / Écouvillon(25) contra los saharauis, ni la represión de Zemla, ni la cruenta invasión marroquí y la subsiguiente guerra contra el Frente POLISARIO, la construcción del mayor muro militar del mundo que divide el territorio y las familias saharauis, la siembra de millones de minas antipersona en su entorno, el brutal aplastamiento del campamento saharaui de Gdeim Izik; la desaparición forzosa de centenares de civiles saharauis; las detenciones arbitrarias, torturas y encarcelamientos; la ruptura por Marruecos del Acuerdo de cese el fuego, con la consiguiente reanudación de la guerra impuesta al pueblo saharaui; la permanente represión del ocupante marroquí(26), la continua violación de las resoluciones de las Naciones Unidas y la Unión Africana; la obstrucción sistemática del Plan de Paz de la ONU; el vilipendio del mismísimo secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la denegación a este del acceso al territorio saharaui ocupado, al igual que a multitud de eurodiputados, diputados, senadores, periodistas, miembros de ONG…(27); la expulsión del personal de la Misión de Paz de la ONU (MINURSO); las campañas de difamación contra los dirigentes saharauis, las prácticas mafiosas y los sobornos en el seno de las instituciones europeas; las labores de zapa y denigración en muchos países y organizaciones, etcétera, etcétera(28).

También silenció ZP la condición de Marruecos como potencia ocupante, reflejada en las resoluciones pertinentes de la ONU(29), el descarado saqueo impune e ilegal de los recursos naturales del Sáhara Occidental, los chantajes a gobiernos, políticos y empresarios(30). O las reiteradas sentencias del TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de 2016, 2018, 2021, y ya definitivas hoy, en 2024) estableciendo que el Sáhara Occidental es “un territorio distinto y separado de Marruecos” y anulando los acuerdos UE-Marruecos que incluían el Sáhara Occidental sin haber consultado para ello al pueblo saharaui ni obtenido su consentimiento… Nada de esto mencionó el buenista Rodríguez Zapatero, disfrazado de cordero, en su sermón clerical a la audiencia del grupúsculo montado por Marruecos en torno al desertor Hach Ahmed, amigo mimado de Zapatero y ampliamente utilizado y bendecido por la propaganda alauita(31).

La agresión marroquí

El pueblo saharaui –y su vanguardia, el Frente POLISARIO– no es quien ha querido la guerra, señor Zapatero, sino que esta le fue impuesta desde un principio (1975) por Marruecos, que entró en el territorio saharaui a sangre y fuego(32) y que no ha respetado el armisticio acordado en 1991 con la ONU y el Frente Polisario. Fue Marruecos, señor ZP, quien violó después, en Guerguerat, el acuerdo de cese el fuego, lo que obligó al brazo militar del Frente POLISARIO, el ELPS (Ejército de Liberación Popular Saharaui), a retomar las armas en 2020 –medida ésta contemplada en la Carta de la ONU para los pueblos sometidos al yugo colonial–, a pesar de su situación enormemente desfavorable frente al ejército invasor. Marruecos, además, ha incumplido el pacto de permitir un referéndum de autodeterminación y se ha opuesto a su realización con todo tipo de trabas, chanchullos y patrañas, como denunció en su momento el propio vicepresidente de la MINURSO, Frank Ruddy, ante la Comisión de Exteriores del Congreso de Estados Unidos y publicó el New York Times(33), o como describe, entre otros autores, Lluís Rodríguez Capdevila en su reciente libro Una vida junto al Polisario (Universo de Letras, 2022).

El pueblo saharaui, señor Zapatero, es un pueblo pacífico que busca denodadamente la Paz, como ha estado demostrando pacientemente desde 1991 hasta que Marruecos volvió a imponer su guerra de agresión y rapiña en noviembre de 2020(34). Pero el pueblo saharaui quiere una auténtica Paz, una Paz justa (de Justicia con mayúscula) y acorde con la legalidad internacional, no una falsa e injusta paz de los cementerios impuesta por el invasor, una sumisión al invasor-ocupante, que ha violado todas las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Esa fue precisamente la lucha de Nelson Mandela, de Frantz Fanon y de tantos luchadores por la libertad y la independencia de sus pueblos.

Es absolutamente falso que el grupúsculo ‘pantalla’ MSP persiga la paz y el Frente POLISARIO la guerra, como daba a entender la sibilina perorata buenista de ZP. Lo que persigue el MSP es, como ya se ha dicho, la engañosa paz de los cementerios, la anexión ilegal, la sumisión al invasor y la integración impuesta y desigual en un Marruecos gobernado por un majzén reaccionario, una vez ya ocupado el territorio saharaui por la fuerza, manu militari, y cuando ya ha transterrado a ese territorio ilegalmente ocupado a cientos de miles de colonos marroquíes (un crimen de guerra similar al perpetrado por Israel en Palestina), impuesto las leyes y la lengua del invasor, suprimiendo el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y violando flagrantemente la legalidad internacional.

Porque es preciso volver a recordar que mucho antes de que se dieran las condiciones objetivas para la fundación del Frente POLISARIO en 1973 y surgiera este para luchar contra el colonialismo español y defender los derechos legítimos e inalienables del pueblo saharaui, sus dirigentes más lúcidos e instruidos habían ofrecido a los gobernantes españoles una vía, un programa y una preparación para una salida ordenada, tranquila, consensuada y a largo plazo, de modo que el futuro país independiente fuera un aliado fiel y preferente de España(35). Sin embargo, la respuesta de los militares franquistas de la colonia fue torpe y miope(36): una desmesurada violencia colonial que provocó la masacre de Zemla, el 17 de junio de 1970, la detención, tortura y desaparición (asesinato) del dirigente Bassiri, una enorme represión popular subsiguiente a la masacre y la persecución y desbaratamiento del movimiento nacionalista saharaui, que, como ya se ha dicho, aspiraba a una transición pacífica a la independencia(37). España –sus gobernantes, no la sociedad civil– perdió allí la confianza sincera y la amistad del pueblo saharaui (“España ha traicionado al Sáhara Occidental, nos está traicionando y nos va a traicionar”)(38) y una oportunidad excelente para salir de la colonia en su momento de manera correcta, legal y digna. De igual manera despiadada y represiva, actuaría después el nuevo invasor y ocupante, Marruecos, en 2010, con el brutal desmantelamiento del Campamento de la Dignidad, en Gdeim Izik, cerca de El Aaiún, y la subsiguiente feroz represión, estructuralmente inherente a las fuerzas coloniales de ocupación, como señalara Frantz Fanon en Los condenados de la tierra.

Y como si los saharauis, señor ZP, bajo la dirección del Frente POLISARIO, no llevasen ya más de tres décadas esperando –ingenuamente, de buena fe, pacíficamente, hasta la nueva agresión militar marroquí en Guerguerat, en 2020– y medio siglo exigiendo que la ONU cumpla con su obligación y solucione pacíficamente y con Justicia el conflicto creado por Marruecos con la connivencia de Estados Unidos, Francia y los políticos españoles continuadores de los ilegales e ilegítimos Acuerdos de Madrid de 1975(39), de la dictadura franquista, cuya firma –¡en el mismísimo palacio de La Zarzuela, en presencia y con la connivencia del futuro rey de España, Juan Carlos de Borbón!– encabezó el tenebroso presidente Carlos Arias Navarro, apodado “el carnicero de Málaga” por su sanguinaria trayectoria durante el franquismo(40).

Todo esto lo silenció ZP en su mencionada perorata de bienvenida al foro del MSP. Como también ocultó el ominoso papel del emérito Juan Carlos de Borbón en el abandono y entrega del Sáhara y sus habitantes autóctonos y la incalificable deriva de los dirigentes socialistas españoles, desde la temprana traición de Felipe González hasta su alineamiento hoy con la ilegal anexión territorial bendecida por el peligroso delincuente convicto Donald Trump y el criminal genocida sionista Benjamin Netanyahu y aprovechada descaradamente por los chovinistas franceses, siempre dispuestos a la hipocresía y a los buenos negocios en Marruecos “y Colonias”(41). Todo esto, para que se sepa bien qué personajes encabezaron aquella traición al Pueblo saharaui y la continúan hoy bajo la presidencia de Pedro Sánchez Castejón(42).

Los olvidos del ‘socialista’ José Bono

Otro de los participantes ‘estrella’ en el foro del autodenominado MSP, el exministro alistado en el partido socialista José Bono, se dedicó a reproducir reiterativamente ante la prensa marroquí, cual papagayo compulsivo, las consignas de ZP, tal como deseaban sus anfitriones alauitas. El Majzén, encantado, le puso el gran megáfono de la prensa subordinada para su difusión propagandística urbi et orbe. Y es que el señor Bono, dedicado ahora a sus caballos y sus negocios inmobiliarios tan ajenos a la situación del pueblo saharaui, parece haber olvidado sus anteriores calificativos sobre un régimen del que había dicho que no es una democracia ni un Estado de Derecho y que debería estar en un museo arqueológico: “Marruecos no es una democracia, es una dictadura dominada por mafias donde no se respetan los derechos humanos, y no puede ser considerado un país amigo”.

El exministro Bono, además de criticar al régimen marroquí, había defendido correctamente durante años al pueblo saharaui, que “sufre y padece agresiones”, mostró su admiración por la activista de Derechos Humanos Aminetu Haidar, y criticó la falta de libertad de prensa que Marruecos impone en el Sáhara Occidental, de donde........

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