Sin corruptores muy ricos, no habría corruptos públicos
Sin corruptores oligárquicos y estadounidenses, no habría corruptos en las altas instancias del Estado. Obviamente hay un claro objetivo de los corruptores: que solamente se persiga a los corruptos. Porque, enriqueciendo la frase de Groucho Marx sobre los principios, “estos son mis corruptos, si no le gustan, tengo otros”.
Perseguir a Cerdán y compañía nos parece muy bien, pero no perseguir a Acciona y al resto de los oligopolios de obra pública nos parece mucho más que peor. Perseguir a Montoro, sus funcionarios y sus despachos nos parece muy bien, pero no perseguir a todos los oligopolios corruptores nos parece mucho más que peor.
La corruptora clase dominante
Porque no hay una sino tres prácticas de la corruptora clase dominante. Primera, cuando uno, o varios oligopolios, quiere adquirir ventaja sobre los demás y pone en marcha la corrupción de algunos políticos que les procuran ventajas para aumentar sus beneficios, es el caso reciente de Cerdán. También, cuando se fabrican leyes concretas para beneficio de los oligopolios de un sector económico, es el caso previo de Montoro.
Segunda, cuando los principales........
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