La política, el ajedrez y la guerra, por Fernando Mires
Las semejanzas que se dan entre el ajedrez, la política y la guerra no son solo analógicas. En gran medida podemos considerar al ajedrez como simulación de una o de otra. De la guerra en cuanto se trata de derrotar adversarios, ocasionando bajas al enemigo. De la política en cuanto el juego no termina con la muerte del rey, solo con su derrota.
Los jugadores de ajedrez ocupan, de este modo, el lugar del destino. De ellos depende la suerte de sus reyes, o gobernantes o simplemente caudillos. De tal manera que, si un gran ajedrecista da consejos a un jugador, estos deben ser tomados muy en serio; eso vale también para n jugador político o militar. En eso pensaba justamente cuando leía una entrevista hecha por el diario El Mundo de España a uno de los más notables ajedrecistas de todos los tiempos, Gary Kasparov, quien después de su magnífica carrera ha dedicado mucho tiempo a escribir sobre la guerra; un juego con el que no se juega.
El título de la entrevista es precisamente una deducción (no profecía) del genio, a saber: «Putin está probando a Europa: antes de final de año hará una invasión terrestre». Más importante todavía es esa deducción si es que viene no solo de un gran maestro, sino del conocimiento de la persona de Putin quien también es, según se dice, un buen jugador de ajedrez.
Como es posible inferir, Kasparov está analizando la jugada de los «peones-drones» que está llevando a cabo Putin al enviarlos hacia los cielos de Europa. Para Kasparov una movida, una entre muchas de las llevadas a cabo por el dictador ruso. El mismo Kasparov lo dice: «Hablemos como ajedrecistas hay que evaluar la posición con objetividad. El mayor desafío a Europa no es diseñar una estrategia, sino aceptar que Europa está en guerra con Putin. No porque Europa lo quiera, sino porque Putin la ha declarado». Luego, en lo que respecta a los amenazantes drones de Putin, responde Kasparov taxativamente: «Para empezar, derribar los drones. Hacer algo. La debilidad provoca más agresión. Putin ve que Occidente no está listo para responder. Reconozcan que están en guerra y actúen en consecuencia. Si no se destruyen los ejércitos de Putin en Ucrania, irán a otra parte».
Reconocer la realidad tal como se va presentando es el urgente aviso de Kasparov. No hay que hacerse ilusiones. O como hemos dicho en otras ocasiones: la guerra tiene lugar en Ucrania, pero la guerra es contra Europa. En particular, es contra esa OTAN que está siendo abandonada por los EE UU. Como afirma Kasparov: «Su objetivo (el de Putin) es destruir a la OTAN como institución. La OTAN ya no funciona. Se concibió bajo el paraguas de los EE UU».
Las palabras de Kasparov son una suerte de llamado a Europa para que asuma de una vez por todas la realidad que está viviendo. Europa se encuentra en una situación en la cual está cerca de ser atacada directamente por Rusia, en el momento en que la OTAN, gracias a la política nacionalista de Trump, se encuentra más debilitada que nunca.
Trump podría apoyar a la OTAN, advierte el ajedrecista, pero solo bajo la condición de que esa sea una fuerte y no una débil OTAN. Trump, es lo que quiere decirnos, no es un filántropo. En nuestra opinión, en cierto modo también es la de Kasparov, Trump no es un jugador que actúe por una ideología o de acuerdo a un determinado sistema de valores morales o religiosos. Trump no es ni siquiera un demócrata. Trump es un presidente venido del mundo del dinero y,........
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