Reto de la nueva jerarquía católica: opción por los pobres o esconder la cabeza en rezos
A raíz del nombramiento de una docena de nuevos jerarcas de la Iglesia católica, entre cardenales, arzobispos y obispos en los próximos meses, surge un fuerte debate entre la curia vaticana, miembros de la Conferencia Episcopal, congregaciones religiosas y católicos sobre los perfiles y compromisos pastorales que deben tener los nuevos obispos.
El debate se resume en si la nueva generación de jerarcas católicos debe asumir un mayor compromiso social ante los problemas de violencia, narcotráfico, desaparición de miles de personas, feminicidios, aumento de la pobreza que vive México; o bien, si la misión de los sacerdotes es dedicarse a rezar, celebrar misas y no cuestionar políticas públicas.
Los católicos esperan que en los próximos meses el papa León XIV anuncie los relevos de los cardenales Carlos Aguiar, de la CDMX, y Francisco Robles Ortega, de Guadalajara; los arzobispos de Rogelio Cabrera, de Monterrey; Leopoldo González, de Acapulco; Víctor Sánchez Espinosa, de Puebla, y Pedro Vázquez Villalobos, de Oaxaca, entre otros.
Todos sabemos que la jerarquía católica no es democrática y que la toma de decisiones ocurre desde Roma, pero el bajo clero y muchos agentes de pastoral en la parroquias quieren conocer los criterios de aquellos que más influyen en la sucesión de la nueva cúpula eclesiástica; quieren incidir en la Curia Vaticana que colaboró con el jesuita Francisco, en los obispos de la Conferencia Episcopal Mexicana y el Nuncio Papal Joseph Spiteri para que adopten un rol más activo frente a los problemas que vive el país.
Detrás de la elección de una docena de nuevos jerarcas no sólo se discuten los nombres de quiénes van a gobernar a la institución en los próximos 10 o 14........
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