Gentrificación: ¿Alternativas de solución o destino manifiesto?
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Ciudad de México cambia rápido. Pero no siempre en beneficio de todos. La gentrificación transforma barrios populares en zonas exclusivas. Ciertamente trae inversiones, turistas y nuevos residentes con mayor poder adquisitivo. Pero, al mismo tiempo, expulsa. Suben las rentas, desaparecen las tiendas tradicionales, se diluye la vida comunitaria. Se rompe el tejido vecinal. No es progreso si implica despojo sin reglas. Muchas ciudades del mundo han enfrentado esta misma tensión. Algunas lo han hecho con inteligencia. Otras con valentía. Veamos.
Primero. La gentrificación no ocurre de un día para otro. No surge por generación espontánea. Se infiltra como la humedad. Comienza con cambios discretos: remodelaciones, cafés, calles más limpias. Luego llegan los aumentos de renta, en zonas donde la ley guarda silencio. “Son problemas entre particulares”, pensarán algunos. Pero no lo son. Finalmente, viene el desplazamiento. Los habitantes tradicionales ya no pueden pagar. Tienen que irse. No por elección, sino por presión. Acaban en la periferia. Más lejos. Más vulnerables. La pobreza se intensifica. La inseguridad crece. El futuro se reduce. Un factor determinante ha sido el auge del alquiler turístico digital. Plataformas como Airbnb convierten viviendas permanentes en hospedajes temporales, lo que encarece el mercado y reduce la oferta para los residentes de largo plazo. Según DataDear, más del 80% de las unidades listadas en esa........
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