Reza un dicho: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. En el caso peruano llevamos 10 años en una aguda crisis política, y cuatro de esos 10, sumidos en el desgobierno más profundo del que se tenga registro —al menos en los últimos 40 años—.

La gran fortaleza de la democracia es que da a los ciudadanos, periódicamente, la oportunidad de corregir, rectificar el rumbo y decidir nuevamente sobre nuestro propio destino.

En un año, Boluarte y el pacto infame que mantiene con los partidos políticos del Congreso habrán llegado a su fin y deberán irse a sus casas o adonde dicte el Poder Judicial. Esto, a pesar de los esfuerzos de este contubernio por aferrarse al poder, dificultando las alianzas electorales, fomentando la........

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