Carlos Galdós: "Me corto porque no sé qué hacer"
A veces me pasaba que sentía tanto dolor y no sabía dónde ponerlo. Entonces, me inundaba la culpa porque no quería que nadie me viera ni se diera cuenta de mis marcas, mis rayas en la piel, mis cortes. A veces mi mente y mi corazón se saturaban, se nublaban y lo único que yo buscaba era una forma desesperada de aliviar eso que no sabía nombrar. Estaba ahí, lo sentía dentro de mí, era real, tenía partida de nacimiento, pero aún no le encontraba nombre ni apellido.
No me cortaba para llamar la atención. No lo hacía con el deseo real de hacerme daño en el sentido de morir. Era una forma de encontrar alivio, regulación emocional. Cuando sentía que la montaña rusa estaba descontrolada, el dolor físico me generaba alivio inmediato y momentáneo; por fin tenía el control aunque sea por un ratito, me desconectaba del sufrimiento interno. No hay lógica alguna que acompañe, no es racional, era una forma de gritar sin usar mi voz.
Yo no me cortaba porque quisiera morir. Yo me cortaba porque no encontraba otra forma, hasta ese momento, de torear lo que sentía. Las emociones en aquel entonces sentía que subían y bajaban con una velocidad suicida, y por ende me dolían un poquito más que a los demás. En aquel entonces no tenía aún mi botiquín de herramientas emocionales a la mano; entonces, me abrumaba.
Cuando conversaba con los adultos de mi entorno y les decía: “Ya no puedo más”, ellos escuchaban que me quería matar, y en realidad les estaba diciendo: “No sé cómo sostener esto que siento. Ayúdame”. Cuando les pedía perdón, ellos volvían a escuchar que quería irme de este mundo, y yo lo que quería era que supieran que no los quería........





















Toi Staff
Sabine Sterk
Gideon Levy
Penny S. Tee
Waka Ikeda
Daniel Orenstein
Grant Arthur Gochin
Beth Kuhel