Voy a iniciar esta página definiendo AMOR y PERVERSIÓN.

AMOR: Posibilidad de coexistir sin necesidad de alterar, corregir, cambiar o controlar al otro. Lo que implica aceptar su historia, sus defectos, sus virtudes, sus fortalezas y debilidades, sin pretender moldearlo a mi medida. Te acepto como eres y aprendo a convivir con la otredad sin querer apropiármela.

PERVERSIÓN: Desorden del sentido original de algo para ponerlo al servicio de mi ego, mi carencia o deseo de control. Uso torcido de un vínculo legítimo, generando desorden, manipulación y vacío en los vínculos.

Hay una serie de acciones fomentadas por las propias madres y padres que están robándole la infancia a sus hijos, están hiriendo sus vínculos y lo más grave, están afectando todo el sistema familiar futuro. Es decir, sin darse cuenta les están reventando la vida a sus hijos, nietos y bisnietos, atrapándolos en repeticiones y desórdenes que son heredados de generación en generación. Estamos hablando de “mandatos y principios” que culturalmente son interpretados como actos de legítimo amor entre padres e hijos, y no son más que una serie de movimientos que alteran el orden natural de la familia.

- “MI HIJO ES MI CONFIDENTE”. Si esta afirmación es tuya, por favor date cuenta de que lo único que estás haciendo es cargar a tu hijo de información adulta, secretos o resentimientos que no le corresponden llevar. Más bien, harás que se sienta ansioso, que sienta lealtad dividida y, peor aún, que pierda la inocencia. A nivel del sistema familiar aumentará la desconfianza y se debilitará la pareja parental.

- “MIS HIJOS SON LOS JUECES DE LA PAREJA”. Cada vez que hay un conflicto de pareja, como si se tratara de La tremenda corte, llevas el tema a tus hijos y los pones al centro. Que ellos resuelvan, que ellos den el veredicto: quién estuvo bien, quién estuvo mal. En ese preciso instante tu hijo desarrollará culpa e........

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