“Cuando una sociedad se corrompe, lo primero que se gangrena es el lenguaje”, advertía el escritor Octavio Paz hace más de cincuenta años. Se refería al uso del lenguaje para manipular, distorsionar y justificar negándose a la capacidad de razonar, discutir, entender. En el mundo Dina intentan corromper el lenguaje, pero no lo consiguen y se quedan en el patético espectáculo de ministros usando el lenguaje, no para explicar sus gestiones, sino para convertirse en abogados de Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta.

El gabinete cerró filas en torno a un ciudadano que no es funcionario y a quien la Fiscalía señala como un poder en la sombra. El mensaje ministerial fue unánime: rechazar el allanamiento de la casa de Nicanor calificándolo........

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