“No ha sido un hacker, fue un policía”, dijo, en serio, el general Víctor Zanabria, comandante general de la Policía. Con un parafraseo cantinflesco, buscó poner paños fríos a un tema gravísimo: la vulneración de uno de los sistemas de seguridad nacional.

El general Zanabria no se da cuenta de que su revelación es mucho más alarmante, porque quiere decir que la delincuencia viste uniforme policial y está, con oficina, computadora y contraseña, en el mismísimo cerebro del Ministerio del Interior.

La vulneración de datos incluye información sensible sobre planes de inteligencia, nombres de oficiales, reportes y seguimiento a terroristas, congresistas y hasta periodistas por un periodo de diez años. Se trata de una situación........

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