Es la ideología, estúpido
12/07/202411/07/2024 Miles de personas se congregan en la Plaza de la República tras conocer los resultados de las elecciones legislativas en París, Francia.- Europa Press
Escribo esto desde la euforia del resultado de la segunda vuelta de las legislativas francesas. Una victoria de las derechas no fascistas me habría aliviado, pero la victoria del frente de las izquierdas me provocó una alegría bastante parecida a la que sentí el 23J del año pasado cuando logramos frenar en las urnas la mayoría absoluta del tándem PP-Vox que tanto habían cacareado las encuestas incluso cinco minutos antes del recuento de votos. Recuerdo que aquella tarde noche de hace casi un año me la pasé en un estado de nervios cercano al parraque hasta el punto de que me tuve que tomar una tila mientras comenzaba el recuento que además iba retransmitiendo a mi padre, bien por WhatsApp, bien por llamadas, pues mi pobre progenitor estaba aun más nervioso que yo y ni se atrevía a ver el escrutinio.
Salimos a celebrar el resultado electoral mi marido y yo, felices, aliviados y también un poco tristes por el resultado de Sumar, pero conscientes de que nos habíamos librado de vivir en un país con Abascal de vicepresidente -vivimos en una ciudad en la que la alcaldesa primero pactó con Vox y ahora se sostiene en el poder gracias a un tránsfuga de la extrema derecha-. Y no fuimos los únicos en salir a celebrarlo, pues en nuestro local favorito nos encontramos con amigos y también extraños y hubo risas y abrazos y alguna que otra lágrima también. Así que cuando veo las imágenes de la alegría de la buena gente francesa no puedo más que emocionarme y alegrarme con ellos y por ellos.........
© Público
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