Estamento de las mujeres preferido para delitos
El cortejo fúnebre de los recurrentes feminicidios, agresiones de diverso grado y violencia intrafamiliar se ha establecido como rutina en las noticias de la crónica periodística y, precisamente, esto último es lo más preocupante pues la sociedad percibe estos delitos con pasividad y, peor, las autoridades que invisten la obligación de prevenir estos actos de incivilización no aplican ley draconianamente pues los policías en mayoría son hombres y protegen a su género, por supuesto no todos, lo mismo ocurre en parte de los jueces, que depauperan por dádivas ese excelso mandato de juzgar con equidad y conciencia moral, arrojando por la borda su prestigio.
Entonces ¿En quienes podemos confiar para reducir y eliminar esta expresión primitiva de los hombres? En otro artículo se refrendaba que la educación al inmaculado respeto a la mujer nacía en el hogar y en la desestructuración definitiva de la supremacía del hombre que, erróneamente muchos hogares siguen impartiendo como ejemplo; asignando inveteradamente preferencia a los hijos varones y creando voluntaria o involuntariamente el germen de futuros feminicidas y agresores.
Lo precitado no es suficiente debido a que esa educación........
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