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Comentarios al estudio “Impacto macroeconómico de la eliminación del subsidio a los hidrocarburos en Bolivia

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22.09.2025

Comentarios al estudio “Impacto macroeconómico de la eliminación del subsidio a los hidrocarburos en Bolivia: análisis de reformas abruptas y graduales” de Aliaga y Terrazas

Introducción:

El debate sobre la sostenibilidad de los subsidios a los hidrocarburos en Bolivia es uno de los más sensibles de la política económica reciente. La magnitud del gasto, que en 2024 alcanzó alrededor de USD 2.000 millones (≈4 % del PIB), ha encendido las alarmas fiscales y macroeconómicas. En ese marco, el estudio “Impacto macroeconómico de la eliminación del subsidio a los hidrocarburos en Bolivia: análisis de reformas abruptas y graduales” ofrece un ejercicio econométrico para estimar las consecuencias de retirar dicho subsidio, ya sea de manera rápida o gradual.

Si bien el trabajo aporta elementos técnicos valiosos, su enfoque adolece de limitaciones importantes que reducen su utilidad para comprender la complejidad social, política y económica del subsidio en Bolivia. A continuación, se realiza un análisis crítico de sus alcances, resultados y sesgos.

1. Fortalezas del estudio

El documento presenta varias virtudes:

Rigor metodológico: Con sus modelos econométricos ARDL[1] – Autoregressive Distributed Lag Model (Modelo Autorregresivo de Rezagos Distribuidos) y SVAR[2] – Structural Vector Autoregression (Modelo de Vectores Autorregresivos Estructural), los autores logran capturar con elegancia la dinámica de variables agregadas como la inflación, el tipo de cambio sombra y el PIB. 

Escenarios comparados: distingue entre una eliminación abrupta y una gradual, mostrando que la primera produce un pico inflacionario más alto pero de menor persistencia, mientras la segunda distribuye el costo a lo largo del tiempo.

Enfoque histórico y regional: vincula la experiencia boliviana con casos internacionales (Irán, Egipto, Indonesia, Ecuador), destacando que el éxito depende tanto del diseño técnico como de la aceptación política.

Discusión ambiental: conecta el subsidio con ineficiencia energética y emisiones, integrando la cuestión ambiental al debate económico.

Sin embargo, su análisis opera en un vacío social, donde las cifras macroeconómicas flotan etéreas, desgajadas del sudor, el plato de comida y el transporte de la clase trabajadora boliviana. Al fetichizar los promedios, el estudio omite la pregunta central de cualquier economía que se pretenda al servicio de los seres humanos: ¿Quién cargará con el costo de este ajuste?

2. La Mirada que no Ve: El Sesgo de Clase en el Análisis Macroeconómico:

Aliaga y Terrazas concluyen que un ajuste abrupto, aunque doloroso, es preferible a uno gradual. Su lógica es impecable dentro de los estrechos márgenes de su modelo: un shock rápido evita la acumulación de distorsiones y reduce la inflación estructural a largo plazo. Pero esta conclusión revela un sesgo de clase inherente a la economía ortodoxa.

Para el 20% más rico de la población, un pico inflacionario del 32% es un inconveniente. Para el sector informal, la madre de familia que compra el pan diario, el joven precarizado, es una catástrofe. El estudio modela un "repunte transitorio del producto" atribuido al *front-running* (adelanto de compras). 

¿Quién puede adelantar el consumo? Quien tiene ahorros, capacidad crediticia y espacio financiero en su presupuesto: los sectores medios-altos y altos. La mayoría de los bolivianos vive al día, no puede "adelantarse" a una crisis; solo puede empobrecerse por ella.

La pregunta no es "abrupto o........

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