La interminable montaña rusa emocional
En un poema de la obra de teatro La vida es sueño de Calderón de la Barca nos dice que la vida es un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción, un sueño. Nos viene a decir que la vida es un verdadero y hermoso delirio. Y lo es porque la vida está llena de sorpresas, de recovecos, de pliegues, de sombras que no ves, que no eres capaz de percibir ni de adelantarte a los acontecimientos. Esas situaciones que no entraban en tus planes, que no las habías programado pero que toman el timón de tu barco y lo encaran hacia los acantilados. Sin embargo, la mayor de las veces no sabes cómo ni por qué, el barco vira y salva las rocas, como mucho te rasga el casco o te hace un boquete que tendrás que reparar. Se dice mucho que “Dios aprieta, pero no ahoga”, aunque a veces pienses que no suelta, que te va a asfixiar.
Es evidente que yendo al extremo está el naufragio total y el hundimiento definitivo, pero si seguimos aquí, la mayoría de las veces, de las situaciones, de las cosas, tiene arreglo o un apaño para seguir tirando, para seguir viviendo. Mares revueltos hacen buenos marineros, así como los conflictos hacen expertos luchadores. Pero nadie vuelve indemne, no hay marinero ni luchador que no muestre con orgullo y con........
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