“Dona nobis pacem” ha sido el “mantram” que más ha estado en nuestros labios a lo largo del Foro Espiritual recién concluido en Estella. El mundo la necesita, nosotros y nosotras por supuesto también. Quien suscribe no es ningún “adalid de la paz”, tal como refiere Patxi Gerriko en el punzante artículo que me ha dirigido en las páginas de este periódico.

Personalmente necesito esa paz como el que más. Aún no termina de instalarse en mi interior. La poca que consigo reunir se me escapa a menudo. La paz se me puede perder, Patxi, por ejemplo, cuando leo tus letras en el “Noticias”. Reconozco que se me ha escabullido con vuestra campaña de acoso y derribo de la iniciativa que llevábamos más de un año preparando. Estoy a eones luz de alcanzar esa paz que no turba ningún desafío, ninguna falsedad.

“Dona nobis pacem et dona nobis veritas…”, porque igualmente necesitamos la verdad para caminar hacia nuestros ideales, ojalá compartidos. Patxi Gerriko, faltas a la verdad públicamente cuando afirmas que no “deseo escuchar”. Nuestras comunicaciones escritas revelan que me presté, dejando todos los preparativos de nuestro Foro, a acudir a Pamplona y hablar con vosotros........

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