Sesentista revisitación
Un tanto alejado del tópico político, durante los últimos artículos dedicados al influjo de la ciencia en la conciencia, al menos en la ideología del momento, he tenido a bien recuperar para la memoria una serie de nombres cuyo objetivo partía de la necesidad de complementariedad y actualización entre aquellas visiones de revolucionarios avances en ciencia y política del momento. En la bibliografía utilizada para ello me llamó no obstante grandemente la atención una participación de apellidos de procedencia rumana en la práctica totalidad de los ámbitos del conocimiento intentando la superación de aquellas barreras previamente establecidas entre materias propias de la religión, de la filosofía, de la ideología, de la ciencia y de las artes. Así Eliade, Cioran, Gouliane, Lupasco, Ionesco, Brancusi...; y entre nosotros el legado recogido de este pensamiento, entre otros, por los escritores George Uscatescu, en Proceso al Humanismo (1968), y Vintila Horia, en Viaje al centro de la Tierra (1971). Son nombres, varios de ellos, que participaran en la creación de aquel caldo de cultivo que diera como fruto el reclamo publicitario que ha terminado consistiendo aquel mítico Mayo del 68 monopolizado en primera línea por otros cuyas exequias celebramos en la actualidad de la mano de Bernard-Henri Lévy. Y lo hicieron, tal y como Lupasco establece, aplicando su principio de un antagonismo contradictorio a partir del surgimiento de dinámicas en las que participasen desde intereses a veces abiertamente enfrentados.
Curiosamente, a día de hoy, nadie parece hablar de ellos, y mucho menos aún conocerlos. Los menciono por su procedencia, como........
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