La otra cara de la medalla
Quienes hemos visto las imágenes de quienes desembarcan en nuestras costas, o llegan a través del Río Grande a la frontera de Estados Unidos con México, o deambulan por las calles de Nueva York o Chicago en busca de trabajo y cobijo, tienen con frecuencia la impresión de que los países desarrollados son invadidos en manera creciente y con riesgos imprevisibles para su tejido social y sus economías.
Los políticos norteamericanos de ambos partidos aseguran que quieren “resolver la frontera” y poner fin a la entrada masiva de indocumentados, que en el año pasado sumaron cerca de 3.3 millones de personas, casi cuatro veces más que en la década anterior. Debido al caótico sistema –o más bien a la falta de sistema– norteamericano de permitir la libre circulación de personas indocumentadas, hay millones de inmigrantes que llevan años y hasta décadas en el país en situación ilegal, lo que no les ha impedido comprar casa, establecer negocios y enviar a sus hijos a la escuela o incluso darles estudios superiores.
La avalancha reciente comenzó con el mandato del actual presidente Joe Biden, en parte para seguir la política de........
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