El intervencionismo demócrata de Roosevelt y Truman
El legado de los presidentes demócratas Franklin D. Roosevelt (FDR) (1933-1945) y Harry S. Truman (1945-1953) se enmarca en un contexto de cambio profundo para Estados Unidos, tanto a nivel económico como en su papel en el escenario internacional. Ambos presidentes asumieron el liderazgo en momentos críticos, marcados por la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fría, y sus decisiones no solo configuraron el rumbo del país para la segunda mitad del siglo XX, sino que ofrecen importantes lecciones para el panorama político actual y, en especial, de cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Franklin D. Roosevelt asumió la presidencia en 1933, en medio de la peor crisis económica de la historia de los Estados Unidos, la Gran Depresión. Su legado se asocia con el New Deal, un conjunto de políticas que buscaban una intervención masiva del gobierno para regular la economía y ofrecer protección social. FDR rompió con el laissez-faire que había dominado la política económica estadounidense durante décadas, y, en su lugar, promovió un papel activo del Estado en la creación de empleo, la regulación de los mercados financieros y la protección de los trabajadores. Desde el Social Security Act de 1935 hasta la creación de agencias regulatorias como la Securities and Exchange Commission (SEC), Roosevelt cimentó una visión de la economía que se distanciaba de los principios del libre mercado, y se erigió en el arquitecto del Estado de Bienestar y la economía regulada.
La presidencia de FDR representa un punto de inflexión en la historia económica de los Estados Unidos. Desde la óptica de un economista conservador, su enfoque se caracterizó por una expansión sin precedentes del gobierno federal en la economía, lo que desató una serie de efectos que, a largo plazo, generaron preocupaciones sobre la eficiencia del mercado y la sostenibilidad fiscal. Esta intervención generó un mercado laboral rígido, especialmente con la imposición de salarios mínimos y la sindicalización masiva, lo que elevó los costos laborales, perjudicando a las empresas más pequeñas y ralentizando la creación de empleo en el sector privado a largo plazo.
Su legado está marcado por una........
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