El arte de la negociación política según Pedro Sánchez
Hace algunos años, un compañero secretario de Estado se estaba empleando a fondo en una negociación ardua y compleja con varios sectores con intereses cruzados. Informaba periódicamente al ministro del avance de las conversaciones. El Gobierno había anunciado que se iba a llegar a un acuerdo inminente, y el alto cargo del Ministerio con su equipo se afanaba por alcanzarlo. Muchas noches de insomnio y una presión mediática difícil de sostener. Cuando había pasado una semana, el ministro llamó a su despacho al secretario de Estado y a sus colaboradores y les dijo: "Tengo que daros una noticia. Las negociaciones han concluido. Ya hay acuerdo". Incrédulos, no daban crédito a lo que estaban escuchando, pues ellos eran los que escenificaban la negociación. El secretario de Estado le preguntó al ministro: "Perdone, pero nos quedaba ya muy poco. El acuerdo estaba al alcance de nuestras manos". El ministro sonrió y le dijo: "La verdad sea dicha, no me podía fiar de que fracasarais en las negociaciones. Así que llamé a los interlocutores y acepté todas sus pretensiones. Ahora sólo os queda justificar que el acuerdo es fruto de la voluntad de todas las partes y que todos hemos sido partícipes del mismo". Y así fue, para desdicha del secretario de Estado, quien, desde ese mismo día, descubrió que no había que fiarse nunca de un ministro presionado.
A lo largo del último año, han sido baldíos los intentos de categorizar el método de negociación que Sánchez........
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