Resistencia y lección de la Fira del Llibre
Theodor Kallifatides, en la Fira del Llibre. Detrás, Manolo Gil, director de la Fira. / Eduardo Ripoll
En estos días que la televisión pública española resucita a algunas momias del corazón y los higadillos y que no son buenos tiempos en València para dormir bajo un puente del río ni para ser paloma (o palomo cojo de los de Eduardo Mendicutti), porque también a ellas las quieren expulsar de la ciudad, ha sido un gusto reencontrarse con la Fira del Llibre.
Estuve el último fin de semana y lo que observé es un proyecto asentado, sólido y convencido, que con etapas más dulces y otras olvidables, ha crecido sobre bases firmes porque lleva más de medio siglo de vida resistiendo a las precariedades que suelen acompañar a cualquier proyecto cultural independiente.
Independiente quiere decir que nace de la calle, la promueven entidades cívicas y empresariales,........
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