Entrevista a Concepción Company Company. “El lenguaje incluyente es una cortina de humo”
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“Bienvenidas, bienvenidos, bienvenides” es una frase que cada vez más personas han escuchado, ya sea con seriedad o en tono de sorna. En los últimos años el lenguaje incluyente ha estado en el ojo del huracán por promover cambios en las maneras en que nos expresamos y referimos a los demás. Para los colectivos feministas y lgbtttiq representa una herramienta para visibilizar a las mujeres y las minorías que quedan opacadas por el genérico masculino, mientras que para sus detractores no es más que un uso poco práctico del lenguaje que de fondo no ayuda a resolver las desigualdades. Entre quienes piensan de esta manera se encuentra la filóloga Concepción Company Company, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y del Colegio Nacional, quien por cuatro décadas se ha dedicado al estudio de los cambios lingüísticos en el español. Si bien se considera afín al movimiento feminista, para ella la pelea no debe ser con la lengua, sino con los hablantes que la usan para discriminar.
La lengua está viva y en constante transformación. ¿Cuál es la relación entre los cambios sociales y los cambios gramaticales? ¿Cómo se dan? ¿Hay algún ejemplo de esto en el español?
Lo primero que tenemos que tener en mente es que la lengua es arbitraria y que somos seres de sintaxis libre. Lo que nos distingue de los primates superiores como los bonobos, los chimpancés o los gorilas es un gen, pero lo que nos hace únicos en el planeta son dos hechos: somos seres capaces de hacer extensiones metafóricas y somos seres sintagmáticos. Esa sintaxis libre a la que me refiero es la capacidad de unir palabras siempre con unos mismos patrones para construir sentido. Todas las lenguas del mundo son arbitrarias, y la prueba de la arbitrariedad es que a lo que yo llamo aretes, en España le llaman pendientes, en Argentina le llaman aros, en Uruguay le llaman caravanas. Pero es tan arbitrario que mañana puedo usar otro par e igual les seguiremos llamando aretes.
La arbitrariedad da libertad. Podemos imaginar, podemos hacer hipótesis, podemos formular ciencia, podemos crear mundos literarios gracias a ella; si no fuera así, solo podríamos hablar de lo que tenemos presente como ocurre con ciertas especies que solo pueden comunicar el peligro cuando este está cerca, no lo pueden imaginar. Finalmente, dada esa arbitrariedad, los cambios sociales relevantes van a poder incidir o no en la cultura, en la comunidad, en la lengua. La lengua es un aspecto transversal a la vida cotidiana de cualquier ser humano.
Todos los cambios sociales son previos a los cambios lingüísticos, siempre. Yo no he encontrado una relación inversa. Aunque no siempre los cambios sociales se reflejan en la lengua, porque es arbitrario el sistema y si estamos cómodos durante generaciones hablando como hablamos es poco probable que suceda un cambio lingüístico. Hace dos mil doscientos años, cuando un soldado romano puso un pie en lo que ahora conocemos como la península ibérica, empezó a gestarse una protolengua que después devino en la lengua española. Lo más sorprendente de estos más de dos mil años es ver lo poco que cambia la lengua. Esto quiere decir que somos seres muy económicos que queremos usar esta herramienta........
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