Interrogación alrededor de don Quijote
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Ya se sabe: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha no es solamente un libro acerca de la tragicómica pasión caballeresca, la emocionante amistad entre dos hombres muy diferentes, el divorcio de la realidad y el sueño y otros asuntos existenciales y novelescos. También es un libro sobre los extremos a que puede llevarnos el amor a los libros: al delirio, al infortunio, al ridículo, acaso a una especie de santidad laica y a una terminal filosofía del desengaño. Y además esa librofilia puede provocar en otros la librofobia, ejemplificada en ese dizque “donoso escrutinio” del capítulo VI de la primera parte, en el que además hay como una premonición de las quemazones de libros del Tercer Reich y de Fahrenheit 451.
El Quijote, aparte de mirar hacia los libros de caballería para matarlos y resucitarlos en un nuevo y poético y sublime caballero andante, postula un libro engañoso: Miguel de Cervantes, declarándose “segundo autor”, hace derivar la mayor parte de su novela de una Historia de don Quijote de la Mancha, escrita por Hamete Benengeli, historiador arábigo, cuyos sueltos folios y cartapacios habría........
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