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“Reacher” y la pesadilla americana

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Si alguna vez alguien decide seguir los pasos del historiador, periodista y crítico de cine Siegfried Kracauer (1889-1966) y escribir la versión contemporánea de su ensayo clásico De Caligari a Hitler: Una historia psicológica del cine alemán (1947) para tratar de explicar el contexto sociocultural, fílmico y televisivo que propició la aparición del trumpismo, tendrá harta tela de dónde cortar.

En primer lugar, está la propia presencia de Donald J. Trump como ubicua celebridad neoyorquina desde los años 80, condición ganada a pulso a través de sus constantes cameos interpretándose a sí mismo en innumerables filmes y programas de televisión, desde los cuadriláteros de lucha libre en los especiales televisivos de WrestleMania hasta su famoso cameo en el sitcom La niñera (1993-1999) –en donde le exigió a los guionistas que lo describieran como “billonario” y no “millonario”–, pasando por sus breves apariciones en cintas tan disímbolas como Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York (Columbus, 1992) –al lado de Macaulay Culkin– o, dirigido por Woody Allen, en El precio del éxito (1998). Toda esta experiencia fílmica y televisiva culminó, ya en el nuevo siglo, en su papel como uno de los productores detrás de las cámaras (y de los vestidores) de Miss Universo y, por supuesto, como maestro de ceremonias del talk show El aprendiz (2004-2017).

Sin embargo, en ese hipotético ensayo que alguien escribirá algún día (sugiero el título “De El aprendiz a Trump”), el interés analítico deberá estar en otra parte: no en la figura de Donald Trump en sí, sino, tal como sucede en el libro clásico de Kracauer, en el cine y la televisión que prefiguraron, advirtieron y describieron al trumpismo no de manera directa sino oblicuamente y avant la lettre. Es decir, la tarea será develar qué elementos sociales, políticos y culturales presentes en las pantallas chicas y grandes estadounidenses reprodujeron el espíritu colectivo que hizo que Trump llegara a la Casa Blanca.

He aquí algunos ejemplos recientes: el soberbio western contemporáneo Enemigo de todos........

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