Aa
Aa
Aa
-
A
+
Raposo por liebre
Un cazador al que conocí ya muy mayor invitó una vez a sus colegas de monterías a una lebrada. Él ponía las piezas, y los otros pagaban aderezo y bebidas. Cuando ya estaban sobradamente comidos y bebidos, y tras contar mil y una aventuras y sus mentiras añadidas, les preguntó si les habían gustado las viandas. La aprobación y la satisfacción fueron universales. Entonces, convencido del éxito de su idea, les........
© La Voz de Galicia
visit website