Jueces en todas partes, jueces justos
En uno de mis pueblos, principios de los sesenta, había un juez justo. El Patrimonio Forestal del Estado gestionaba los montes que antes fueron comunales o de vecinos, llevando a cabo la repoblación forestal con el consiguiente quebranto para los intereses de los vecinos. Intereses y economías de obvia escasez y escaso vivir. Lo que llevaba a algunos a prender fuego a aquellos montes reforestados sin su permiso, que tenían por suyos. Algo que estaba penado. Por lo que la Guardia Civil procedía a su detención. Y así era posible ver al relojero, al zapatero, al barbero, al hojalatero y otros labriegos a la sombra de una morera en la entrada del depósito municipal. Hasta que don Marcial, un juez justo, ordenó su libertad bajo palabra de no volver a incendiar aquellos que fueron........© La Voz de Galicia
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