¿Fasto o nefasto?
Así organizaban los romanos su calendario. En la antigua Roma, los sacerdotes señalaban los días del calendario como fastos o nefastos y se publicaban en el Foro para conocimiento de los ciudadanos. Los primeros eran propicios para las decisiones importantes y los eventos públicos —incluso casarse—, mientras que los últimos eran considerados inadecuados para tales actividades y se consagraban a celebraciones religiosas.
Los directivos de hoy en día lo tienen un poco más difícil que los antiguos romanos en un mundo empresarial donde la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad son la norma. ¿Cómo pueden los líderes empresariales navegar este eterno dilema entre el fasto y el nefasto?
Un enfoque clave es el análisis continuo y la vigilancia del........
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