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Primero fue la pecina...
Y después, el Empecinado, empecinarse y empecinamiento. Quien no se haya interesado antes por el asunto puede creer que el apodo de Juan Martín Díez el Empecinado se debe a que tenía un carácter obstinado, terco. El proceso fue el inverso. De ello da cuenta el Diccionario desde 1925, cuando señala que el verbo empecinarse surge por alusión al mítico luchador.
Este héroe de la guerra de la Independencia, que iba para labrador y acabó combatiendo al francés como militar y guerrillero, nació en Castrillo de Duero (Valladolid), cuyos moradores recibían el apodo colectivo de........
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