Ganar la guerra y perder la paz
Ha quedado demostrada la superioridad militar de Israel desde que ahora hace un año Hamas penetró desde Gaza en territorio israelí asesinando a más de mil ciudadanos hebreos. La respuesta del Gobierno Netanyahu fue fulminante. Se declaró la guerra a Hamas con el desplazamiento de cientos de miles de palestinos que buscaban una seguridad inexistente en una franja superpoblada y bombardeada con dureza.
Se buscó a uno de los jefes de Hamas de visita a Teherán en el mes de julio y fue asesinado con máxima precisión por un ataque aéreo israelí. Han muerto más de cuarenta mil gazatíes como consecuencia de una guerra que no se rige por el principio de proporcionalidad. La estructura de Hamas en Gaza está desmochada, pero la guerra sigue y la paz no se vislumbra en el horizonte.
La batalla se libra ahora en el sur de Líbano, donde otro grupo terrorista como Hizbulah, mucho más potente y más estrechamente relacionado con los ayatolás de Teherán, ha atacado repetidamente los territorios israelíes del norte de Galilea. La respuesta del ejército de Netanyahu ha........
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