Aquí vamos de nuevo, por Miguel Palomino
La presidencia de Dina Boluarte terminó más o menos como era predecible. Que durara más allá del mes de julio es más un testimonio de lo difícil que fue que los congresistas se pusieran de acuerdo en quién la sucedería. Todo parece salido de una extraña pesadilla: una presidenta vana cuyo único mérito era haber sido la segunda de Pedro Castillo, un gobierno tremendamente incompetente a merced de un Congreso igualmente incompetente. Corrupción y desidia por doquier.
PUEDES VER: EDITORIAL | El parlamentarismo de facto digita el gobierno
¿Y ahora, quién podrá defendernos? Lamentablemente, al ser conscientes de que nuestra calamidad no es realmente un sueño, ya no podemos esperar que la respuesta sea ¡el Chapulín Colorado! Por ahora la respuesta parecería ser José Jerí, pero casi lo único que sabemos de él es que era el presidente de este Congreso, y eso no resulta alentador. Pero el Perú puede dar sorpresas. Ojalá.
Los dos poderes elegidos del Estado cuentan con aprobación de un solo dígito, con lo cual el futuro no parece pintarse bien para la democracia, que, como sabemos, es la peor forma de gobierno excepto por todas las demás. Cuando la gente está desesperada piensa en quién podrá defenderla, y la respuesta nunca es ¡elijamos a un mejor Congreso!, aunque esto sería lo lógico. El desprestigio del actual Congreso no puede ser ignorado por Jerí ni por los congresistas que hasta ahora no han hecho más que buscar cómo sacar provecho de su cargo sin, aparentemente, la más mínima preocupación por el futuro del país. En parte esto se debe a la ausencia de verdaderos partidos políticos, instituciones que convierten la........
© La República
