Tiempos desquiciados
Desde que Shakespeare escribió “La tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca” han pasado más de cuatrocientos años. Sin embargo, al escuchar al atormentado protagonista decir: ¡Los tiempos están desquiciados, maldita suerte haber nacido yo para enderezarlos!, los espectadores tenemos la sensación de asistir a un lamento propio de nuestros días. Cuanto sucedía en aquella corte de Dinamarca debiera servir de ejemplo a esas bancadas de políticos vociferantes que parecen, como Hamlet, estar pidiendo venganza contra los hilos del destino, guiados por la voluntad de un rey fantasma, asesinado por su propio hermano. Sí, ya sé que nuestros líderes no leen a los clásicos ni tienen tiempo de ir al teatro. También sé que el PP, envenenado por su pariente Vox, mantiene el sueño de mover los hilos del destino contra el Gobierno de España desde los reinos autonómicos. Con todo, si Hamlet-Feijóo........
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