Hay momentos en que una mujer necesita tener buenos apoyos. Sin duda, uno de ellos es cuando se nos rompe un tacón. Y eso le acaba de pasar a Yolanda Díaz. En el desfile su sonrisa era a mandíbula batiente y la melena surcaba al viento para sumar en el lucimiento de las lentejuelas de su traje. Los aires principescos se tropezaron con el roto del tacón izquierdo y la curiosidad nos tiene congelados con el futuro de la escena.

Los domingos electorales siempre tienen homilía y este del 9J con adjetivo europeo ha venido a poner los panes y los peces en su sitio. La convocatoria ha removido el conglomerado de espacios políticos y, como consecuencia, también el Gobierno de España. El terremoto ha cambiado el asfalto causando que a Yolanda Díaz ya no le sirva ni su máxima expresión de ¡a la mierda! para ratificar que es una pésima líder de su formación. Queda en........

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