Nuestro país robado
Cualquiera que mire a Bolaños, poca duda le queda acerca de cómo era el crío más repelente de todo el patio del colegio aunque, que nadie se llame a engaño, hay que ser un figura para aspirar al Nobel de los mentirosos por un lado, y al Oscar al más cínico por el otro.
Y es que su impronta a la hora de abrir las manos detrás de una mesa para explicar al respetable que, una vez cumplidos los requisitos relativos a la limitación de los subsidios exigidos por Bruselas -que viene siendo hacerle la puñeta a Yolanda Díaz en sus ínfulas estatalistas-, ya está el camino expedito para pedir una nueva remesa de 10.000 millones más a la Unión Europea.
Los epítetos de embustero y desvergonzado viene a cuenta de que las cuentas no cuadran: si España va tan bien, cuesta entender a santo de qué hace falta hipotecarse aún más con créditos europeos, o sí...
Para entender este........
© La Región
visit website