El paralelo
Los funcionarios públicos, sean de la Administración del Estado, comunidades autónomas o administración local, han sido siempre blanco de distintas quejas y críticas. Claro, siempre habrá quien confunda el culo con las témporas, olvidando que también son funcionarios el bombero, el enterrador, el docente, el pinche de cocina de un hospital; el enfermero, el barrendero, el policía local, el aparejador municipal, el inspector de Sanidad, el jardinero, y un largo etcétera.
Pero la cuestión de fondo está en los funcionarios de ventanilla. El empleado de una estación de servicio aprovecha su hora del bocadillo, allá hacia las once de la mañana, para acercarse a una Administración a realizar un trámite y, oh, sorpresa, se encuentra con que, de las cinco mesas que hay tras el mostrador, sólo dos están ocupadas mientras las demás están vacías. Y por si no bastase, ninguno de los dos le atiende en su diligencia.
Justo ahí........
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