Anoche hablabas en sueños”. “¿Que decía?” “Bueno, era algo que resultaba inconexo”. “Pero ¿de verdad que no entendiste nada?” “¿Y qué quieres que entendiese, si ni tan siquiera en horas de la vigilia sé lo que dices”? Un suspiro de tranquilidad hace su escapada del pecho. Y es que nunca se sabe lo que se puede decir dormido. Los sueños suelen inventarse cosas impensables o aludir a realidades vividas sin permiso alguno del durmiente. Son muy cotillas, diabólicos y liantes los sueños, y por menos de un canto, alguien puede verse en un lío tremendo aún con la mayor........

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