El suicidio de Occidente
Para la quinta columna de antioccidentales que abundan ya en Occidente, nuestra civilización global de raíz ilustrada ha caído en un abismo de depravación moral que debe corregirse con urgencia. Ellos reivindican el término Occidente pero se refieren al de hace cincuenta o ciento cincuenta años. Para ellos, Occidente tenía sentido cuando respondía a la cosmovisión filosófica y religiosa que ellos mantienen hoy, pero que ya no determina el devenir social, las tendencias culturales ni la gobernanza política del mundo occidental. Los liberales, en el más amplio sentido de la palabra, les hemos “quitado” el concepto de Occidente, que ya no es hoy el de antaño (por ejemplo el del general Franco a quien se tildaba de “centinela de Occidente”). En nuestros días Occidente es la civilización de las libertades personales, pero eso, para estos nuevos antioocidentalistas, es sinónimo de “woke”. No han entendido el viaje de Occidente desde 1945, se han quedado atrás, y hacia atrás quieren llevarnos a todos, hasta que entremos en su redil moralista y tradicionalista.
Que incurran en esto los conservadores es comprensible. Que caigan en lo mismo algunos liberales o libertarios, no lo es. Urge hacer un llamamiento a su coherencia. Si se pide libertad, se ha de pedir en........
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