Con Trump en el poder, ¿adónde va Occidente?
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, laminando a los demócratas y obteniendo un poder extremo, carente de contrapesos prácticos al hacerse con la mayoría del Senado y teniendo a su favor al Tribunal Supremo, cabe preguntarse hacia dónde va a ir en adelante el conjunto de Occidente. Aquí van tres apuntes de urgencia.
En primer lugar, vamos hacia una espantosa pesadilla geopolítica. Al votante estadounidense no le ha interesado nada el rol de su país en el mundo, la desatención del mismo que Trump entraña o, peor, su uso para establecer componendas que benefician a los enemigos de nuestro modelo de sociedad. La convicción que esa sociedad tiene de ser inmune a los problemas mundiales, flanqueada como cree estar por dos grandes océanos, es hoy en día ilusoria. Las consecuencias del aislacionismo y de la connivencia con regímenes totalitarios y expansionistas nos perjudicarán antes a los europeos, pero a la postre pasarán factura también a los norteamericanos. Taiwán puede ser la siguiente ficha del dominó rusochino, sin que a Trump le importen nada sus veintitrés millones de habitantes. Con todo dolor, ¡pobre Ucrania! La “paz” que va a consentir Trump es trocearla y convertir lo que quede en un país-colchón obligado a una neutralidad........
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