¿Cómo se construye la rentabilidad del termalismo?
Hablar de Bath es hacer referencia a una ciudad termal cuyos orígenes se remontan a la segunda mitad del siglo I, una vez emprendida la conquista de Britania por las legiones del emperador Claudio en el año 43 d.C. Un enclave histórico agraciado en dos ocasiones por la Unesco con el galardón de Patrimonio de la Humanidad, en reconocimiento expreso tanto de la presencia de surgencias hidrotermales y restos arqueológicos de época romana, como por la preservación de una arquitectura y un planeamiento urbanístico excepcionales, en estrecha armonía con el paisaje natural circundante a la ciudad. Un legado patrimonial cuya conformación evidencia la transcendencia de las decisiones de carácter institucional, como ejemplifica la confiscación real y transmisión de las propiedades del priorato de Bath a la corporación municipal en 1552, ratificada en 1590 por la reina Isabel I, que otorgó a la ciudad los derechos de aprovechamiento de las aguas termales en ella surgentes. De ahí que el siglo XVII........
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