Durante la sesión inaugural de los Juegos Olímpicos en París, el enfado de los obispos franceses por las “escenas de burla del cristianismo” ha sido claro y contundente. Se trata de una parodia de la Última Cena en la ceremonia inaugural. En un comunicado de prensa publicado el día después de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, la Conferencia de Obispos de Francia elogió “momentos maravillosos de belleza, alegría y ricos de emociones” a la vez que condenó enérgicamente la parodia. Los obispos dirigieron su pensamiento “a los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por el exceso y la provocación de determinadas escenas”.

Fue una gran ceremonia con todos los superlativos pero, sin embargo, la ceremonia “incluyó escenas de burla del cristianismo, que deploramos profundamente”,........

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