Estamos viviendo en una época en la que, a todos los niveles, se nota gran falta de una virtud fundamental que es la fidelidad. Aquello de “Para toda la vida” ya suena como muy raro en todos los campos de la sociedad.

Ya los fariseos discutían sobre el divorcio, que en el fondo es una falta de fidelidad con muchos componentes. Los fariseos le preguntan a Jesús sobre la licitud o ilicitud del divorcio, a lo que Cristo les responde sobe la indisolubilidad del matrimonio, argumentando que al principio Dios creó la pareja. A ello, la Ley de Moisés hablaba del acta de repudio, a lo que respondió. Por eso las causas de las anulaciones pueden ser y son múltiples. El éxito o fracaso matrimonial nunca se resuelve sólo leyendo que era debido a la dureza de corazón de algunos,........

© La Región