Son muchas las enseñanzas que podemos extraer de las pasadas olimpiadas celebradas en París. Al margen de las puntuales notas negativas, hemos de tener en cuenta lo positivo, que ha sido bastante. La gran participación ha batido récords.

Dejamos a un lado al gran fallo de la falta de limpieza del río Sena, que ha obligado incluso a posponer algunas pruebas. Un lamentable error que los organizadores debieran haber tenido en cuenta. Pero dice mucho de la falta de algunos, capaces de tirar al río miles de cosas que debieran ir a los cajones de la basura. Una grave falta de civilización y cuidado con la naturaleza. Increíble en un país como Francia, que se cuenta entre los más civilizados y modernos.

Respecto a España, con sus 18 medallas, quedó sin alcanzar el límite de Barcelona 92. Queremos creer que ha influido el factor de que las organizaba. Todo cuenta.

Parece muy bien lo mandado por el papa sobre la brevedad de las homilías, pero eso no exime........

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