La verdadera regeneración democrática es la que ha puesto en marcha Luis De la Fuente en la selección española de fútbol. Descontada la final de la Eurocopa 2024, España ha transmitido unos valores sólidos de unidad, talento, deportividad, transparencia, creatividad y energía positiva que refuerzan la imagen de España como nación. Con la Eurocopa hemos recuperado el pódium de la autoestima en la élite social y deportiva, cuyos valores olímpicos tendrán prolongación con los Juegos de Paris 2024 que comienzan a finales de mes. Por tanto, esa forma integradora de hacer piña que patenta el seleccionador nacional sería una buena cosa para Pedro Sánchez, que anda vendiendo una regeneración democrática ciertamente peculiar y de escaso espíritu deportivo y olímpico, mientras trata de colocar al ministro Escrivá en el Banco de España.

La regeneración democrática sanchista tiene su primera entrega la próxima semana en el Congreso. Esa primera fase veraniega de la rege-democracia Frankenstein, por cierto partidista, consiste en limitar la libertad de los medios mediante la reforma de la ley de publicidad institucional, el derecho al honor y la rectificación. Se trata de distinguir entre pseudomedios y medios de comunicación en función de la afinidad al poder gubernamental. Todo lo que sea informar de los casos Begoña y Ábalos-Delcy constituye “bulos de extrema derecha”, según la doctrina de la mordaza. De forma que el espectáculo de apartheid informativo visto en la declaración de Begoña Gómez en los juzgados de la Plaza Castilla de Madrid, veremos el próximo viernes, fue todo lo contrario a la transparencia que el sanchismo quiere colarnos como regeneración democrática. En realidad más bien parece una clara regresión democrática mediante la coacción sobre la economía y la línea editorial de los medios.........

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