Curso político en suspenso
Resignación en el comienzo de curso de Cercedo-Cotobade: Salvo catástrofe “por corrupción familiar, Sánchez no se apea del poder ni con agua caliente”. Parece improbable que sus socios beneficiados por la extorsión chantajista le dejen caer a corto plazo de Legislatura. Aunque la aplicación del cupo catalán y la amnistía dificultan la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, el marido de Begoña y hermano del hermanísimo está dispuesto a comprar los votos o a prorrogar la nada. Existe la convicción de que el hundimiento del régimen está cada vez más cerca por la conjunción de problemas que acorralan al sanchismo, desde las presuntas corruptelas conocidas a lo que aún queda por saber. El tinglado de Sánchez se desmorona, y es cuestión de tiempo que convoque elecciones, porque hace aguas en migración, economía/paro, pactos oscuramente desleales y corrupción. En el mundo del dinero no se da un céntimo de euro por Sánchez y sus tribulaciones de propaganda e ingobernabilidad. Porque Sánchez no gobierna, sino que vive únicamente para mantenerse en el poder e impedir que gobierne la derecha. A eso se reduce la política gubernamental: a resistir a toda costa cueste lo que cueste y a malograr cualquier posibilidad de gobernanza del PP bajo la agitación del miedo a la extrema derecha cuando los españoles sufren pánico y padecen a la extrema izquierda por su incumplimiento sistemático del mínimo código ético y moral de la democracia.
Aunque lo de Berni, Koldo o Armengol se neutralizó, todo cambió cuando la bola rodante alcanzó a Begoña Gómez…
Enumerar las interminables veces que Sánchez se ha saltado los límites constitucionales por ambición personal y partidismo, algunas con sentencia como en el caso de la pandemia, resulta reiterativo por la incomprensible banalidad con la que se manipula a una sociedad desde este........
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