Llegados a este punto ya es improbable que vuelva a salvarme. Esquivé la desdicha cotidiana demasiadas veces. Tantas que me pregunto cómo voy a pagar esta deuda a quien quiera que sea que dirige el guion.

Es probable que ya conozcas esta historia.

Que te la haya contado más de una vez en mi propósito ingenuo de mantenerla viva, porque cuando dejas de verbalizarlas, las historias desaparecen.

Sé que eran las cinco de la tarde, estoy seguro porque ya había yo esquivado la cagada de la sobremesa que provoca el café. Y digo esquivado porque estaba solo en el bar, y la idea de abandonar mi puesto de trabajo y dejar el lugar a la suerte del silencio no entraba en mis planes.........

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