En mi etapa como periodista en activo tuve relación profesional con el secretario general del Partido Comunista de Galicia, Santiago Álvarez, que era valdeorrés como mi padre, ambos de Vilamartin, por lo que este lo había conocido siendo niño y Álvarez un joven comunista, poco antes de la guerra civil. De ese tiempo me contaba mi padre una anécdota que muchos años después le recordé al propio dirigente. En una ocasión, iban ambos en una de las barcas con otras personas que cruzaba el Sil para acudir a una popular fiesta de la otra orilla. Al llegar al otro lado y tocar tierra Álvarez levantó el puño y gritó “¡Viva Rusia!”, y mi padre replicó “¡Viva España!”.

Aparte de este episodio, Álvarez, me contó muchas historias de su papel en la guerra civil. Una de ellas especialmente curiosa, de la época en que ejerció de comisario de unidades del Ejército Popular de la República, a las órdenes de Líster. Cuando este fue enviado a poner fin al gobierno libertario de Aragón, se encontraron una situación caótica y una población sometida a mil abusos por la FAI y la CNT que había expoliado a los campesinos de lo poco que tenían. Contaba Álvarez que hallaron almacenes abarrotados........

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