La suerte de haber sido un viejo periodista ordenado me ha permitido conservar un buen archivo fotográfico de un tiempo pasado y que, de vez en cuando, al meterme en el mismo, salgan a mi encuentro viejos y queridos amigos que encienden nostálgicos recuerdos y recuperan viejos afectos. Cuidadoso que soy en cuanto a guardar papeles, inagotable tesoro y recurso para los contadores de historias. Tal es así que hasta tuve que alquilar un trastero para guardar, este para mí, tesoro de recuerdos.

Ahí mora el detalle de historia que hoy les cuento, y que tuvo como posiblemente último testigo un anarquista o comunista ourensano, cuyo nombre no hace al caso por respeto a su propia discreción en cuanto a esta historia en la que destaca el recuerdo de otro personaje que fue mi amigo, José Miguel Santodomingo, al que conocíamos como “El único empresario de izquierdas”, procedente de una de las sagas más conocidas del sector naval de Vigo.

Yo pasé muchas veladas con José Miguel, en Vigo y en lugares diversos, donde se comiera bien. Era el exponente de un personaje de sencilla cordialidad, el más alejado del concepto del señorito de buena familia. Y me consta el respeto y el cariño de que gozaba entre los viejos dirigentes de izquierda y del........

© La Región